Dissabte 17 va tindre lloc l’entrega de premis de la XXXa edició del premi de poesia Poeta Pastor Aicart. Els guanyadors d’aquesta edició van ser:
Primer premi per a José María Rodríguez González pel seu poemari “Fuente de Camperallana”.
Accèsit per a Juan José Alcolea pel seu poemari “El sitio donde habitan”.
Ací teniu el poemari guanyador, que està format per dos poemes, el que dona nom al poemari i un altre, Arpegios de una tarde.
FUENTE DE CAMPERALLANA
Partida de campo. Mi soledad y yo en compañía de la añoranza y del silencio y del aroma sutil de los recuerdos.
Ambarina
era la tarde
y la fuente cantarina,
flor de jade,
entre juncos, belloritas y amapolas,
libélulas, caracolas
humeantes de vaharina,
susurraba,
salmodiaba,
-luz de mirlo y voz de grulla-,
un aleluya.
A sus espaldas, el puente.
Bajo del puente, unas calas
y unas cañaveras ralas
que va meciendo el relente.
Del otro lado se aprecia
la hiedra tupida y recia,
redecilla de bufanda
que recubre la baranda
de su frente
y el chopo de la pendiente.
Límpido, raudo, bravío,
viejo relámpago, el río
se desliza iridiscente
cual guadañazo de frío,
lengua azul de una serpiente
sobre el hondo praderío.
Aromas de malvasía,
jilgueros sietecolores,
ranúnculos, peonías,
berros de cien mil albores,
mariposas, ruiseñores,
portentosa algarabía
de la fronda, sinfonía
de los silfos y las flores.
…/…
…/…
Y la brisa bienhechora,
tentadora,
siembra besos y cuchillos
entre los arces. Los grillos,
litúrgica zumbadora
de clarines y martillos,
cantan a la fuente clara
y, arrogantes, plantan cara
al verderón y al cuclillo.
-¡Agua fresca de la fuente…!,
le dice el sapo a la rana,
-¡y un chorrito de agua ardiente
y un trocito de manzana…!
Y la rana:
¡Mucho pides, pretendiente…!
Y a la rana:
¡Matamoscas…!, ¡Casquivana…!
Por la ribera va huyendo
la tarde y va decayendo
entre celajes y urdimbres,
y el cielo se desvanece,
se pinta gris y se mece
en un columpio de mimbres.
Techumbre en la lejanía.
Viejas telarañas rotas
incineraban las cotas
brunas de la serranía,
atisbos de fantasía
a son de los girasoles
cuando su yegua y la mía
galopan entre arreboles.
La fuente reza insistente,
manantial de escalofríos,
de recuerdos, de memoria,
hontanar resplandeciente
de tantos sueños baldíos,
de mi historia.
¡Ay, el rumor de la fuente
que viene de edad temprana,
repiqueteo de campana
que se lleva la corriente,
eco que será mañana
sombra y eco solamente!
…./….
¡Bendita el agua que mana
de esta fuente niña y cana
y bendita la vertiente
donde me nace la fuente
que alimenta mi fontana!
Fuente de infancia serrana,
fuente de mi edad doliente,
fuente, fuente, fuente, fuente,
¡Fuente de Camperallana!
ARPEGIOS DE UNA TARDE
-primaveral, junto al río-
Ya van cantando salterios
los pajarillos que anidan
dentro de mi sentimiento.
Ya pinta lilas, ya pinta
gladiolos y crisantemos
y lirios de agua la brisa.
-Martín pescador:
-¡al río!
Los peces de cristal rizan
nenúfares de zafiro.
Esmalte negro los grillos,
las ranas de San Antonio,
verdes y los sapos, amarillos.
Oropéndolas de fuego,
albedo azul, el cuclillo,
relámpago en el reguero.
Y el aura y los pajarillos,
jugando al corro, sortean,
luz cenital, los negrillos.
Sombras del olmo que crean
salamandras, y los brillos
del sol que relampaguea.
Voces blancas que recrean
sutilezas de zarcillos,
que repican estribillos
y campanas que voltean…
-¡Dejad que canten los niños,
las golondrinas del cielo,
el sauce y los tamarindos…!