RESEÑA HISTÓRICA
El 19 de marzo de 1878, se produce el comienzo de actividades de las hermanas Carmelitas de la Caridad en Beneixama y durante muchos años estuvieron ejerciendo su benéfica acción en el pueblo, especialmente a todas las niñas a las que se educó con esmero y valores cristianos, dentro de las posibilidades que se tenían entonces, de tal manera que se las recuerda, pasado el tiempo, con mucho cariño y respecto por el gran bien que hicieron a tantas personas y por el poso cristiano que dejó su educación. Después de 91 años en fecha de septiembre de 1969 las hermanas, por falta de vocaciones han de dejar el “convento” y el 13 de octubre de 1969 se cede el USO de la edificación al Ministerio de Educación y Ciencia, realizándose obras en el mismo para adecuarlo a las nuevas circunstancias y en el comienzo del curso 1971/2 , comienzan las actividades de la Escuela Hogar. Interviene en esta gestión Vicente Valls y el Ayuntamiento del momento, con lo que esta nueva andadura de la Fundación se denomina “Escuela Hogar Vicente Valls” se cede la edificación y patio, es decir, todos los bienes inmuebles que poseía la Fundación al ministerio de Educación y Ciencia para establecer en ellos una “Escuela Hogar” para niños, con régimen de internado, y que durante el tiempo escolar pudieran ir a las clases del Colegio del pueblo, colegio, que por otra parte, al aumentarles la ratio de niños en un centenar, tuvo que utilizar el edificio de la fundación para habilitar tres aulas y allí dar clases de la enseñanza primaria. Fue un gran bien para el pueblo, ya que con dicha medida se evitó que los niños del pueblo, no suficientes en aquel momento para mantener el colegio, tuvieran que viajar a Biar para recibir sus clases con el consiguiente perjuicio para todas las familias. Esta situación se prolonga durante 33 años.
En fecha de 22 de abril de 2004, retorna al Patronato de la Fundación el derecho al uso que había tenido hasta entonces la Consellería de Cultura.
El patronato, reconstituido el 20 de octubre de 1998 con la adaptación de los nuevos estatutos a la legislación vigente, estuvo formado por José Limorti Guill, como presidente y dos personas más como vocales en escritura pública nº 493 por el notario de Biar D. Álvaro Toro Ariza. Dicho Patronato recibe la renuncia al uso de parte de Consellería y comienza a hacerse cargo del edificio.
Se encuentra con una edificación nueva que pueda albergar a más de 100 niños, con sus literas, muchos colchones, ropa de cama. También con un comedor en muy buenas condiciones con capacidad para más de 200 personas y enseres del comedor, algunas mesas y sillas para niños, muchas de ellas bastante deterioradas.
Se encuentra con una cocina industrial bastante equipada y muchos otros elementos de cocina para que pueda ejercer su función.
Dos cuartos de baño exteriores para ser utilizados desde el claustro en buenas condiciones.
La edificación antigua, especialmente el piso superior, sin embargo se encuentra muy deteriorado así como el ático, lleno de goteras porque el tejado no había sido restaurado desde hacía mucho tiempo.
El patronato consideró la manera de hacer dinero y, al principio, con la ayuda de la parroquia y de voluntariado se comenzó a reparar lo deteriorado.
En un segundo momento se comenzó a alquilar la edificación para capitanías, bautizos, primeras comuniones, campamentos, convivencias, semanas culturales de amas de casa, etc. con ello se va recogiendo dinero para poner al día la edificación.
En estos momentos, junio de 2009, el edificio ha sido legalizado como espacio de pública concurrencia, con todas las exigencias de la normativa legal correspondiente para abrirlo como Albergue Rural.
Ha costado mucho tiempo, esfuerzo y dinero la adaptación a la legalidad vigente para que se considere el edificio como de pública concurrencia y se le conceda la licencia de habitabilidad.
Entre las obras de adaptación destacan las siguientes:
- Construcción de dos habitaciones para minusválidos, con las rampas de acceso correspondientes y el baño adaptado para sillas de ruedas.
- Una batería de 15 grifos para los campamentos y su protección con una techumbre adecuada para ello que también protege la entrada del patio al edificio.
- La adaptación de la cocina con eliminación de mesas de trabajo de mármol por otras de acero inoxidable, para un comedor infantil en el que los niños tengan un servicio regular y continuado, no esporádico como hasta este momento.
- Instalación eléctrica de todo el edificio